Conoce al campista Wyatt
Por Veronica Kuffel
Nadie es un extraño para Wyatt. En su séptimo año en el campamento, ha aprendido a sonreír y saludar a todos los que conoce. Estaba especialmente ansioso por hablar de un nuevo amigo que hizo este verano.
“Es muy guay y simpático, y tenemos mucho en común”.” dijo Wyatt. “A los dos nos gusta dormir y a los dos nos gusta hacer bromas”.”
¿El chiste favorito de Wyatt?
“¿Cómo llamas a un hombre sin nariz?”
¿Cómo?
“Nadie lo sabe”.”
Pero para él el campamento es algo más que un lugar donde practicar su comedia. Wyatt nació sin ventrículo izquierdo en el corazón, y sus padres conocieron Roundup River Ranch durante una intervención quirúrgica para tratar su enfermedad.
“He ido desde que tenía cinco años y me gusta mucho estar aquí”.” explicó Wyatt. “Estoy rodeado de gente con defectos cardíacos como yo, y hacemos todas estas cosas divertidas”.”

Uno de sus primeros y mejores recuerdos fue el Campamento Familiar, en el que corrió con su padre por el rocódromo del Challenge Course.
Otra de las actividades favoritas de Wyatt es la hípica, algo que le apasionó en el Roundup River Ranch y que ahora espera poder practicar en casa. Cuando está cansado, disfruta del tiempo “Feet Off The Floor”, donde puede echarse una siesta y prepararse para la próxima aventura del día.
Como ha crecido viniendo al campamento, ha aprendido mucho no sólo de las actividades, sino también de la gente que le rodea.
“Todos los consejeros y toda la gente de liderazgo te enseñan un montón de cosas y cómo ser más amable, o cómo hacer estas cosas para hacerte más inteligente... cómo empujarte más allá de tus límites, pero no demasiado lejos”.”
Wyatt es uno de los muchos campistas que mantienen viva la magia en Roundup River Ranch cada año. Y según Wyatt, cada vez se lleva un poco de ella a casa.
“Creo que el campamento me ha hecho mejor persona y me ha ayudado a sentirme mejor conmigo misma”.” dijo Wyatt con su característica sonrisa. “Quieren que esté aquí, y es bueno que esté aquí”.”